La pobreza extrema y el racismo

La pobreza extrema y el racismo niegan los derechos humanos
Mireille Benkabouche

(Extracto)

Los derechos humanos, desde el principio declarados indivisibles, han evolucionado progresivamente formando dos categorías: 1) los derechos civiles y políticos, y 2) los derechos económicos, sociales y culturales, siendo los primeros los que en la práctica tienen prioridad sobre los segundos.

En los últimos años ha habido una reacción a esta división, y se ha subrayado la gravedad proporcional de las violaciones de derechos económicos, sociales y culturales, como la pobreza extrema, la explotación económica y el subdesarrollo, insistiendo en que todos los derechos están interrelacionados.

¿Cómo ha de integrarse la preocupación por los derechos humanos en la labor sobre pobreza extrema y racismo? En septiembre de este año representé a la Alianza en un seminario celebrado en Ginebra sobre esta cuestión, organizado por el Servicio Internacional para los Derechos Humanos. Allí se reunieron organizaciones no gubernamentales que trabajan en estas esferas, con representantes diplomáticos ante las Naciones Unidas para informarse mutuamente sobre los acontecimientos actuales.

Es cada vez mayor la preocupación por las políticas económicas que las instituciones financieras internacionales imponen a los países más pobres para favorecer la liberalización del comercio. Mientras estas políticas pueden contribuir a enriquecer a las empresas transnacionales y a los países poderosos, imponen altos costos humanos, sociales y ecológicos a los países más pobres. El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre Derecho a la Educación hoy está pidiendo al Banco Mundial que los acuerdos por préstamos sean conformes con el derecho humano a la educación.